Quería que este escrito sea diferente, más como los demás, más del ángel gris. Pero como durante nuestro tiempo de distancia tuve que dibujarte e inventarte a través de letras e historias para traerte conmigo, creo más digno que ahora que estamos juntos las palabras que debo soltar vayan directa e inequívocamente hacia vos.
sábado, 20 de agosto de 2016
Vos y yo
Quería que este escrito sea diferente, más como los demás, más del ángel gris. Pero como durante nuestro tiempo de distancia tuve que dibujarte e inventarte a través de letras e historias para traerte conmigo, creo más digno que ahora que estamos juntos las palabras que debo soltar vayan directa e inequívocamente hacia vos.
lunes, 9 de mayo de 2016
Dichoso
Encontrarme, desencontrarnos y encontrarte.
Urgir a la vida paciencia, dar luz a fantasmas y volver a empezar.
El día a día, el cuerpo a cuerpo, el tiempo al tiempo. A tientas nos tejimos mil historias consecutivas, construimos templos.
Dichoso yo, que hoy abro los ojos y te veo mejor.
sábado, 30 de enero de 2016
De a dos
lunes, 3 de agosto de 2015
Un mes
sábado, 31 de enero de 2015
Destiempo
Cuentan las malas lenguas que las nieblas nocturnas del arroyo Azul dan vida a un ser misterioso. Un ente errante en busca de desventurados, cubierto en una capa oscura y fría de bruma que lo hace imperceptible al ojo de quienes tienen el coraje y la credulidad suficiente como para buscarlo.
sábado, 29 de noviembre de 2014
No más que una pieza
No más que una pieza, el fantasma de un alfil que fue rey en un tablero de ajedrez.
Niebla espesa de silencio que avanza contra el viento.
domingo, 19 de octubre de 2014
Tren
domingo, 5 de octubre de 2014
Caminos
Si puedo elegir sin cuidados los caminos a seguir, entro una y mil veces en el que sé que voy a perderme, en aquel en el que todo es tanto que yo no soy nada.
Llego a su inicio y, no sin miedo, rompo la armadura que me ha protegido del anterior y comienzo a caminar en él, frágil pero liviano, vulnerable pero permeable.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Para siempre
viernes, 15 de noviembre de 2013
Gotas
Así logré que no desaparecieras nunca.
lunes, 24 de junio de 2013
Densidad
Creo que te admiro, sin conocerte.
Creo que te extraño, sin haberte tenido nunca.
Creo que te siento, aunque sólo haya distancia.
Creo que perdí, creo que te quiero...
Jaque Mate.
jueves, 30 de mayo de 2013
Urol
jueves, 15 de noviembre de 2012
Realidad
viernes, 28 de octubre de 2011
Carta a mi destino...

lunes, 11 de abril de 2011
Negar

jueves, 27 de enero de 2011
Hunab Ku

Si el fin implica tenerte, lo deseo.
Si es terminar con una historia que fue escrita al revés,
con un final que nadie quiso, que me duele en el alma,
con un te extraño en el aire todas las mañanas…
Si es ese el único momento que nos lleva a nuestro comienzo, a aquel día.
Borrar y empezar de nuevo, sentirte, mirar y verte otra vez.
Si el fin es no tener más tu recuerdo sino tu presencia,
quisiera que ya todo termine porque seré feliz.
Porque aunque todo se marche estoy con vos,
y en ese segundo final existimos para siempre.
El final es final porque ya no tiene remedio.
Entonces mi final es hoy sabiéndote lejos,
y el tuyo es hoy viviendo a costas de arreglar una decisión equivocada.
El deseo de elegir de nuevo, el querer y no hacer, el paso atrás, son final.
El no haber tenido final es nuestro final eterno…
Si no supimos escuchar, si nos ganó la realidad,
si tengo que vivir buscándote en otras personas,
si tengo que esperarte en vano,
si tengo que rogar tu olvido al destino que me hizo encontrarte,
si tengo que pasar la vida entera viendo nuestro final,
este ingrato, vacío y doloroso final.
Entonces, que todo termine será liberación...
domingo, 29 de agosto de 2010
Apuestas...

Coexistencia infinita de sentimientos encontrados.
Te necesito cerca, me necesito lejos.
Me muero por verte, temo verte, me temo.
El miedo viene por mi, por vos, por la situación. Ya no tengo defensa y no puedo caer de nuevo. Porque en lo recurrente del final, la sorpresa ya no sorprende. Porque me ato a un juego de cartas que no entiendo, en el que siempre me toca perder.
No voy a apostar si no te jugás primero, sino apostás por mí. Es el precio, mi precio. Me brindo entero si no es en vano, si al final de cuentas no me quedo escribiendo por no poder hablar.
En lo relativo del tiempo me escudo. Cuando minutos eran años. Donde un segundo basta para formar un sentimiento que persiste por años y que quedará en mi para siempre. Y en lo irremediable de su paso me sueño en circunstancias distintas; donde no hay recuerdos sino vivencias; donde no hay palabras sino hechos; donde no soy yo, ni vos, sino nosotros.
Apuesto a que te apuestes apostar. A ese día, algún día, en que todo sea como fué, como se quedó. Yo se que va a llegar y por eso guardo cartas que aunque no ganen ningún juego me mantienen en él.
El juego es el destino, el azar mi estrategia.
jueves, 11 de marzo de 2010
La puerta...

domingo, 21 de febrero de 2010
Soy vos...

domingo, 24 de enero de 2010
Cómo explicar que escribo para olvidarte...

martes, 22 de diciembre de 2009
Angel Gris...

domingo, 29 de noviembre de 2009
Miradas...

jueves, 8 de octubre de 2009
Escribo...

Escribo para dignificar al amor. Porque es mi forma de expresarlo, de congeniar con él en los momentos en que me causa dolor o enojos.
Escribo porque me ayuda a entender lo inentendible, a volar cuando la vida me hace sentir pesado y con ganas de abandonar caminos en los cuales no veo un destino.
Escribo cuando me siento solo, cuando no encuentro sentido alguno a lo que me rodea. Cuando hablo en idiomas que nadie entiende y mis sentimientos no son escuchados.
Escribo por todas las veces que debo callar. La cobardía, los miedos, la duda son mis peores enemigas; de papel está hecha la espada con que las venzo.
Escribo para que me vean. Mis palabras son el mapa de mi corazón, mi verdadero yo. Aquel que ama, aquel que extraña, aquel que llora... Vivo dentro de una armadura que siempre quiero sacarme, pero no lo puedo hacer porque temo. Cada vez que lo he hecho salí lastimado…
Escribo esperando que me leas. Invitándote a encontrar en cada palabra ese lugar donde nos unimos, aquel que te he pedido tanto que buscaras, donde siempre te iba a esperar, nuestra estación.
Escribo porque de esta forma soy eterno. Busco dejar huellas que ni la más fuerte tempestad pueda borrar, estar presente en quién me conozca, que cada uno se lleve una parte de mí. Solo así sabré que mi vida ha valido la pena y me sentiré feliz de que me sientas...
Hace mucho que no escribía... En cierta forma me alegra que así sea porque ello es signo de que solo puedo hacerlo cuando me pasan cosas que me llegan de verdad, cosas que tienen un verdadero sentido y que elijo dejar plasmadas para siempre de esta forma.
Uno a veces no tiene idea como una simple comunicación puede hacer sentir bien a otro. Hoy me tocó a mí y elegí escribir para agradecértelo.
Si a veces no te ha llegado ese "hola" que esperabas es porque soy necio y a veces un poco tonto; pero que no te queden dudas que te quiero como nunca he querido a nadie y, que mas allá de todo, te quiero porque sos capaz de convertir lo trivial en maravilla, y solo eso para mí es un tesoro…
sábado, 4 de abril de 2009
Amigo, no puedo...
Veo mi mundo como un mar inmenso en donde hay millones de islas. Uno, que es una de ellas, no puede comunicarse ni saber como es otra aunque esté muy próxima. Sin embargo, entre esas islas, muy de vez en cuando, se tienden puentes que las comunican, que las encuentran. Esos puentes, hechos quizá de lo también están hechos los sueños, son los sentimientos…
Cada vez que se forma un puente, de dos que éramos pasamos a ser uno y la incomunicación que nos caracterizaba se rompe para siempre. Tus problemas son mis problemas, tus alegrías son las mías, porque estoy con vos y no me voy; porque aunque lejos, ya no hay tiempo ni espacio que nos separe, solo existirá el aquí y el ahora cuando me necesites, siempre.
Nunca te busqué, no sabía que te necesitaba tanto. Pero apareciste y me llenaste de alegría y ganas de vivir. Parece mentira y es trágico que así sea, pero a veces hay que pasar por momentos malos, necesitamos caer muy profundo para encontrarse con algo que nos haga renacer y seguir adelante. Porque solemos recorrer la vida un poco ciegos, sin darnos cuenta de lo que realmente necesitamos y olvidando que se puede estar mejor.
Por eso amigo, porque me entendés y porque somos uno, no me pidas que olvide porque no puedo. Porque si olvido pierdo las esperanzas, y sin esperanzas no soy nada. Vivo porque sueño, porque creo profundamente en que somos lo que soñamos ser…
Y aunque muchas veces veas como me rompo la cabeza tratando de transformar utopías en realidad, así me siento feliz y es mi manera de recorrer mi camino. La vida se encargará de decirme basta, pero no yo, no me voy a resignar hasta que no pase lo que busco, porque se que vale la pena pelear por ello.
Especialmente para vos amigo, gracias.
Pero también para todos mis otros amigos que siempre están, bancándome y renegando conmigo.
Y para vos, que buscas serlo pero que por alguna razón no te animás a encontrarme, confía en mí. No me importan los vínculos, te necesito.
Los quiero mucho, Ariel “El ángel gris”.
sábado, 28 de marzo de 2009
Nada...
ni una frase, que embustero!
Las palabras que me sobran
siempre faltan en mi obra...
sábado, 21 de marzo de 2009
Descargo...
yo quise los soles de tu mundo,
yo quise llegar y me perdí
en la niebla de la equivocación.
Creí que tus ojos me llamaban,
creí que tu pena me esperaba,
pero tuve que morir y no llegué
hasta el cielo de tu juventud.
Naipes de mi torre,
ruinas de mis versos,
siempre va conmigo
la mas fiel desolación.
Te llamo en mis lenguas confundidas,
te buscan mis flechas extraviadas,
tuve que escuchar y no entendí
la condena de tu desamor...
Fiel reflejo de la cobardía que nos ganó desde que nos conocimos, escribo esto esperando que lo leas por casualidad. Porque no me atrevo a decírtelo en persona, o porque nunca me dejaste hacerlo, no lo sé. Ya no sé que pensar, ya no sé que creer, pero te extraño y no encuentro forma de esconderlo.
Lo que esperaste encontrar será un misterio para mi toda la vida. Nunca entenderé para que me buscaste si te ibas a esconder, si te ibas a dejar vencer por el miedo, si ibas a cometer la mediocridad de no buscar ser feliz de una manera distinta. Cómo pudiste cambiar tus sentimientos por banalidades que tarde o temprano te dejarán vacía y deseando que las cosas hubieran sido distintas?. Cómo te permitiste lastimarme así?. Cómo te traicionaste?...
Por mi parte prefiero quedarme pensando que tu mundo de excusas y de puertas que se cierran le ganó al mio de esperanza y utopías. Y que todo no resultó en mas que una equivocación a la que casi inocentemente me sometí; en un juego cruel y sin sentido que no tiene ganador, porque aunque consiguieras lo que "en verdad" querías, por lo que tanto peleaste, tarde o temprano te darás cuenta que no es así; y que las cosas simples, que por simples rechazamos, son las que luego sin querer necesitamos...
martes, 17 de marzo de 2009
Equilibrista

y sin oficio en la cuerda no hay contención,
oigo voces que murmuran
indicando un atajo que va a demorar.
Salto y no hay milagro en el aire
que me ataje y me vuelva a armar,
imposible mi morada derruida
ya sin norte en mi corazón.
Me voy a estrellar, lo sé.
Me voy a estrellar...
Mi vida, (y la tuya), es como una cuerda... Cuerda que como equilibristas debemos recorrer obligados esperando un final, una meta. No sabemos cuan larga es, a veces nos parece infinita; ni tampoco a que altura del suelo estamos, ya que cuando caés no podés imaginar cuan bajo podés llegar.
Hay días en los que me siento fuerte, intrépido y corro por la misma mas rápido de lo que nunca creí, venciendo al vértigo, buscando estar cada vez en cuerdas más altas y más difíciles de recorrer. Sin embargo hay otras veces en las que soy débil, no tengo fuerzas para seguir caminando y me dejo caer. Me entrego a ese sentimiento mezcla de fatiga y hartazgo y, sin importar a donde llegaré, tristemente cierro los ojos y me lanzo al vacío...
La caída parece un viaje eterno, todo es oscuro, no hay nadie alrededor. Muchas veces siento miedo por no poder ver el suelo en el que terminaré y me enojo conmigo mismo por no haber tenido la valentía de seguir adelante. He visitado este lugar tantas veces que hasta me parece horriblemente familiar, cínicamente acogedor; y cada vez que me encuentro cayendo vienen a mi mente las razones, y sobre todo las personas, que a lo largo de mi recorrido por la cuerda me han hecho caer. A mí, que siempre tendí una mano para ayudar a caminar; a mí, que cuando estabas por caer te di palabras de aliento para que siguieras adelante; a mí, que incluso me he tirado al abismo para que no caigas en soledad...
Pero en este mundo no hay consuelos, nadie se detiene para ayudar a juntar tus pedazos cuando te destruís al caer de la cuerda. Puede que a veces nos crucemos con algún ángel que antes de llegar al piso nos atrape y nos devuelva a lo alto, pero resulta difícil creer en él y entregarnos a sus brazos, con lo cual preferimos seguir cayendo. Eso es triste, muy triste, porque no sabemos si en la próxima caída va a estar ahí, despreciamos cosas que luego necesitamos, y esa si que es una paradoja de nuestra vida, el anhelo de lo inexistente...
Volveré a subir la escalera que me devuelve a la cuerda para seguir mi camino, pero ya mas golpeado y exhausto. Cuanto duraré ahí arriba no lo sé, por ahora me conformo con que todavía quede cuerda y mi final no se encuentre aquí, en el suelo...
viernes, 13 de marzo de 2009
Entre sueños y estrellas
jueves, 12 de marzo de 2009
Buscando mitades
Siempre pensaba sobre esto cuando escuchaba hablar de "La media naranja" o cosas por el estilo; y esta tarde leyendo un poco encontré este relato de la mitología Griega que me gusto bastante y me hizo pensar sobre la idea de que en realidad no somos uno, sino medio. Y que sin descanso y como objetivo de vida buscamos la otra parte que nos haga al fin regresar a nuestra condición natural de unidad. De ahí el deseo de fundirse y unirse con el ser amado y llegar a ser uno solo de dos que eran.
Nadie puede negar que cuando conocemos a alguien pensamos de esta forma. Estamos desbordados de alegría y creemos que al fin esa persona es la que buscaste toda tu vida, la perfección, el complemento, nos sentimos realizados, somos capaces de mover cielo y tierra y de hacer lo imposible por ello; cuando tropezamos con la otra mitad sentimos un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no estamos dispuestos a separarnos ni un instante, y deseamos pasar la vida entera en mutua compañía...
Sin embargo, el tiempo pasa y todo se transforma en un sueño del que hemos despertado. La realidad se ocupa de tirarte de los pies para que dejes de volar y te des cuenta de que las cosas no son como las veías. Como Einstein decía, al principio todos los pensamientos pertenecen al amor, después todo el amor a los pensamientos. Es decir, el corazón se convierte en un prisma, en un lente con el cual vemos la ilusión de la vida del color que nuestro corazón nos indica. La vida, con sus desengaños te juegan una mala pasada y volvés a pensar que en verdad la otra mitad no existe, que mejor solo que mal acompañado y de lo idiota que fuiste por haber caído en esa burda trampa, en ese espejismo...
Pero otra vez pasa el tiempo, nos "olvidamos" de todo lo que vivimos, como si volviéramos a nacer. Y volvemos a ilusionarnos y a sentir que esta vez si es lo que esperábamos, que al fin ya no habrá que buscar mas y que la verdadera felicidad al fin es nuestra. Hasta que la cruda realidad se nos acerca y nos dice riendo al oído, "Te engañé otra vez, caíste..."
Si nos ponemos a pensar un poco, esto pasa en todos los aspectos de la vida. En realidad esta no es más que un círculo de acontecimientos que se repiten sin cesar y que en definitiva nos marcan, condicionan y definen como somos. Es por esto que no hay que desilusionarse. Yo si creo en que existe la otra mitad y que no se ni cuando ni donde, pero estoy seguro de que me reuniré con ella para al fin ser uno y demostrarle a Zeus, el Dios del cielo y de los Dioses, que hay una fuerza mas poderosa que la suya, el amor.
Pues nuestra antigua naturaleza era la de un todo, y en consecuencia el anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de amor.