miércoles, 6 de agosto de 2014

Para siempre

- Te quiero, me dijo. Y la naturaleza dinámica y rodante del universo se detuvo creando un para siempre.

Es un lugar que no conozco. Un campo, una casa, más allá un monte al que debíamos ir.
Un sueño. Y en él un cuento que había escrito y me leía, mientras los árboles la acompañaban con su música y el viento nos regalaba una lluvia marrón de hojas crujientes. 
Un sueño. Y en él sus ojos profundos y oscuros, esos que nunca vi, abismos de infinito y tristeza. Tan frágil, tan vos.
Un sueño. Y en él el aterrador momento de encontrar el lugar y el momento correctos para decir las cosas que deben ser dichas.
Fue un sueño.

-Yo también, mucho. Le respondí, en ese para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario